martes, 27 de agosto de 2013

EUROPA, EUROPA

Por Eduardo Nabal.

Las agresiones y las ofensas simbólicas o explícitas contra el colectivo LGTBQ aumentan en la Europa de hoy, tomada, en su mayoría, por gobiernos conservadores y maltratada por la llamada “crisis económica”. Ya no hablo del genocidio de la Rusia de Putin ,sino de los italianos que abandonan su país debido a un machismo que siempre ha existido pero se ha visto reforzado y a la tensión entre las nuevas conquistas en materia legal y el amenazante retroceso que se palpa incluso en el Estado Español. Hace poco el novio de un amigo fue agredido en el centro Madrid (no sabe si por “moro” o “maricón”),otro conocido maltratado en un hotel del sur Nápoles ante la indiferencia de “los carabinieri” y en la “moderna”Francia gente como la feminista Simone Veil (que pasó su infancia en un campo de concentración nazi) se alía con la extrema derecha lepeniana alertada por el llamado “matrimonio entre personas del mismo sexo”. Esa misma derecha que se volvió en su día contra ella cuando aprobó la Ley del Aborto y que asesinó al joven Clement Meric.

Que tenga que ser un actor de tv estadounidense o una versátil actriz inglesa los que hagan gestos contra las matanzas y las leyes prohibitivas de Rusia es bastante triste, cuando el internacionalismo, en teoría, no conoce fronteras. Los recortes se van llenando de ideología. Se vuelve a desconfiar a de la sangre gay en las donaciones en varios países pero no a la hora de derramarla en púbico o en privado. Aquí se plantea la segregación por sexos en los colegios y los países árabes ven reforzada una homofobia que empezaba a ceder por el auge de los movimientos fundamentalistas. Ante tanta mala noticia siempre hay alguna buena o esperanzadora como que Chile haya expulsado ya al embajador de Rusia, Islandia roto relaciones con aquel país o que empiece a aparecer la primera gente dispuesta a ausentarse de las inminentes Olimpiadas de Sochi. Tal vez los que luchamos por nuestros derechos estábamos llamando a la puerta equivocada.

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