lunes, 16 de junio de 2014

Historia de la LCR (1970-1991)


Martí Caussa | Viento Sur

Acaban de salir el libro "Historia de la Liga Comunista Revolucionaria (1970-1991)" y la web historialcr.info, que ha sido diseñados conjuntamente y forman parte de un proyecto más amplio: reunir, ordenar y dar a conocer el mayor número de materiales de la LCR.
Para una idea más precisa del libro, se pueden consultar el sumario y la introducción en la librería de la web VIENTO SUR (pero el libro no se podrá comprar ahí hasta finales de la próxima semana). En la web historialcr.info, además de leer los más de 500 documentos que se citan en el libro, se informa de los objetivos a medio plazo (en quiénes somos), las posibilidades de colaborar en el proyecto y la forma de contactar. El libro y la web quieren ser solo un primer paso, pero para que el proyecto pueda avanzar se necesita la colaboración de mucha más gente, que aporte el trabajo, los recursos, la ilusión y la paciencia necesarios. En las líneas que siguen se cuenta la pequeña historia del libro y la web que acaban de salir.

El proyecto se empezó a concebir hace casi ocho años, en septiembre del 2006, cuando cuatro de los autores del libro redactaron un documento que se llamaba Historia de la LCR en sus documentos (proyecto de libro colectivo). En este texto se expresaba un temor: “Sólo es cuestión de tiempo para que alguien escriba una historia de la LCR, se publique y se acabe citando como libro de referencia. Hay muchas posibilidades de que se base en una mínima consulta documental, las confidencias de dos o tres abuelos cebolleta y unos cuantos comentarios que sigan la moda del momento. La gente que militó en la LCR no se merece esto…”. Y se esbozaba un deseo y un proyecto: “A los que tuvimos responsabilidades de dirección nos hubiera gustado poder dejar en herencia a los jóvenes de hoy una LCR que siguiera siendo una organización militante viva, pero no será así. Lo máximo que podemos dejarles es una memoria viva y lo menos manipulable posible”.

El proyecto debía concretarse en un libro, cuyo título provisional era Historia de la LCR en sus documentos y se concebía como “una historia breve y provisional, pero que contiene una selección y presentación de documentos que consideramos imprescindibles para escribir una historia más completa… Debemos intentar contar los hechos más destacados de esta historia y exponer los razonamientos y los debates que llevaron a la LCR a adoptar unas determinadas posiciones o a cambiarlas, tal como lo expresan los documentos que aportamos”. En el proyecto inicial el libro debía ir acompañado de un DVD que contendría todos los documentos citados. Finalmente el DVD se ha substituido por una web.

En enero del 2007 se elaboró un documento más preciso, que contenía una descripción de los capítulos, su extensión, la mayoría de autores, las normas de estilo, etc. Y se daba el plazo de un año para disponer de una primera redacción. En septiembre del mismo año se disponía del borrador de un capítulo y en enero del 2008 había tres. Entonces no pareció un retraso grave, pero cada vez lo fue siendo más, hasta el punto que en varias ocasiones pareció que el libro no vería la luz o que no contaría con todos los capítulos previstos. El último de ellos se entregó en enero del 2014. Finalmente ha salido un libro (con todos los capítulos) y una web que responden bastante fielmente al proyecto inicial.

Sin querer justificar este retraso, quizá sea útil explicar que, si bien la LCR ya no existe desde hace muchos años, los autores de la historia seguían militando en otras organizaciones o movimientos sociales, en algunos casos de forma muy intensa, y no les resultaba sencillo encontrar suficiente tiempo y la continuidad necesaria para escribir sobre el pasado, sobre la LCR. Especialmente porque antes de escribir había que leer muchos documentos, para seleccionar sólo unos pocos (una media de 50 por capítulo), y presentar el trabajo en muy pocas páginas (a fin de que resultara un libro de lectura relativamente fácil) y justificando sus afirmaciones con referencias documentales. Esto último era muy importante: no se trataba de contar recuerdos, de confiar en la memoria, sino de justificar las afirmaciones con documentos. Nuestros lectores dirán hasta qué punto lo hemos conseguido.

Desde el principio quisimos hacer una historia militante en un doble sentido: todos los capítulos están escritos por personas que militaron en la LCR o en las organizaciones que están en su origen (ETA VI, FLP, LC) y tienen un conocimiento directo de los hechos que narran; por otra parte la intención explícita del libro era “Debemos reivindicar la racionalidad revolucionaria de buena parte de nuestra actividad, frente a la tendencia de considerar equivocadas las ideas que no triunfaron. Y, muy especialmente, nos debemos reivindicar como organización revolucionaria democrática”. Este carácter militante habrá dejado su impronta en los acontecimientos destacados, en los documentos seleccionados y en las opiniones de los autores, por más que la vocación del libro sea básicamente descriptiva. Dentro de este carácter militante, común a todo el libro, los diversos capítulos expresan la opinión de sus autores y los lectores atentos encontrarán, sin duda, matices y acentos distintos. Pero lo más importante es que, al ser una historia documentada, permite y facilita otras interpretaciones. Esto es particularmente fácil en el caso de la LCR por dos razones. La primera, porque era una organización que escribía (por lo menos para sus militantes) lo que hacía e intentaba hacer lo que escribía. En segundo lugar, porque era una organización democrática y en cada decisión importante existieron, y ahora se pueden consultar, opiniones distintas a las mayoritarias, incluso en la época de la clandestinidad.

Dentro de esta pequeña historia quizá tenga interés destacar un factor emocional, porque muy probablemente lo experimentará también la gente que decida continuar con el proyecto. Las personas que han escrito el libro, por haber sido protagonistas de los hechos que narran, tienen recuerdos muy vivos de los mismos, que unas veces son alegres, otros dolorosos, y muchas veces inexactos. Escribir sobre acontecimientos sobre los que se guarda una fuerte carga emocional y comprobar que se recuerdan mal, o bien considerar que se tomaron posiciones que ahora se consideran equivocadas, o que se trató injustamente a otras personas, puede ser casi paralizante y necesitar volver varias veces sobre el asunto en cuestión.

El libro y la web han salido más tarde de lo previsto pero, una vez dado el primer paso, quizá sea más fácil continuar con el proyecto de recuperar la historia de la LCR, de modo militante pero documentado, que incorpore opiniones plurales, pero que se aleje de la hagiografía, del lamento y de las memorias a boca de jarro. La condición imprescindible es que se incorpore más gente, nueva gente, con ilusión, ganas de trabajar y paciencia. Gente que crea que en los veintiún años de historia de la LCR, con sus aciertos y errores, hay lecciones importantes para la gente que hoy lucha por la revolución, y que vale la pena contribuir a que sean conocidas. Como otros contribuyeron a que nosotros conociéramos las experiencias revolucionarias de nuestro pasado reciente, particularmente de la segunda república y la guerra civil. La revolución es un largo proceso de derrotas y victorias parciales en el que no se puede prescindir de la historia y la memoria.

7/06/2014

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