lunes, 7 de julio de 2014

Las mujeres decidimos

Bego Zabala                                                                     Jueves 26 de junio de 2014

Después de todo tipo de maniobras dilatorias y extorsionadoras por parte del gobierno del PP, parece que ya está decidido aprobar el nuevo anteproyecto. Con el cálculo suficiente, y no demasiado, para que se haga el primer debate antes de las vacaciones de julio, y la aprobación final antes de finalizar el año. Todo calculado a fin de que las elecciones municipales –y autonómicas en algún caso- no se vean contaminadas por las posturas de la derecha ultraconservadora, a ver si deja de perder votos. Pasado el efecto Europa, el gobierno hace como que ha salido fortalecido y actúa como si siguiera teniendo mayoría, que ya no. En nuestro territorio, y para consuelo, nunca la tuvo. Tampoco en otros, que ya se han posicionado en contra de esta ley.

La modificación.
El nuevo anteproyecto lo van a presentar desde el gobierno como un intento renovado del consenso del año 1985, y además con algunas concesiones para el sector crítico –el suyo- pues incluye el supuesto de malformación del feto como causa para realizar una interrupción voluntaria de embarazo (IVE).
A la espera de tener el texto completo y realizar una lectura más asentada, comento las cosas más importantes de la propuesta, que esencialmente es la misma presentada aquel viernes de diciembre.

Cabe decir que la modificación que se nos presenta ahora como recogedora de otras opiniones, que es la introducción de la causal malformación de feto, no es tal. Efectivamente, ya existía en el proyecto anterior, sólo que en cuanto a los requisitos exigía la concurrencia con otra causa de salud síquica de la mujer. Vano intento era, pues el causal salud ya está recogido como supuesto, así que, de encontrarse en este caso de malformación, muchas mujeres podrían recurrir simplemente a una única causa de salud, procedimiento seguramente más sencillo.

Ante la ola de protestas e insumisiones por parte de un sector muy amplio de especialistas de la salud mental, las aguas han vuelto a su cauce. Una cosa es la salud de la mujer, y otra bien distinta es la malformación del feto, supuesto recogido tradicionalmente en la legislación desde el año 1985, que tiene su propia causalidad y su propia definición. Tratar de subsumir un supuesto dentro de otro, es jugar demasiado con el supuesto de las mujeres que se trastornan cuando tienen una criatura con malformaciones no querida. No es un tema de salud de las mujeres. Es más simple: es un asunto de la decisión libre y voluntaria de la mujer de no tener una criatura no deseada, por las razones que ella decide.

Habrá que leer la concreción del texto para situar exactamente el alcance de este supuesto y analizar los requisitos y las definiciones que se requieren, pues una vez más, y de la mano de este gobierno, nos tememos lo peor.

Señalado lo anterior, resumo las dos causas más importantes que nos hacen rechazar este anteproyecto de ley.

La causa fundamental de oposición es por la desaparición del supuesto principal de práctica de la IVE, que es a petición de la mujer. Así sin más. Dentro del período de catorce semanas de embarazo –que en otros países del entorno europeo es más amplio- las mujeres deciden voluntariamente la interrupción de su embarazo sin tener que alegar ninguna causa más, ni depender del juicio o el examen de tercera persona. Tan simple y tan eficaz que el supuesto, vigente la ley actual, recoge el 95% de los casos aproximadamente. Este es el debate principal y el desacuerdo mayoritario. Las mujeres deciden.

El segundo aspecto que nos hace rechazar de plano esta anteproyecto es su postura ante la ley vigente de salud sexual y reproductiva. En toda la exposición de motivos, y en el articulado mismo, no se escribe ni una sola letra, ni se cita ni siquiera de pasada, todo lo que se refiere a los derechos sexuales y reproductivos y a las políticas de educación sexual, de prevención de embarazos no deseados, de anticoncepción.... Es decir, se está legislando sólo sobre la IVE y sus supuestos legales y sobre la penalización de los supuestos ilegales. Sin embargo, y como de forma vergonzante, allá por el final, aparece una disposición derogatoria única, en la que lisa y llanamente se dice que se deroga la ley 2/2010. Esto simplemente es inaceptable, pues se trata de eliminar toda la línea educativa y de orientación sexual de la legislación. Es decir, se deja sin cobertura la aplicación y el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos por parte de las mujeres. Ello equivale a que no hay base para exigir políticas públicas en este ámbito.

La contestación

Quizá sea por el momento de reivindicación y movilización que estamos viviendo; quizá porque generaciones jóvenes han irrumpido en el espacio público; quizá porque estamos viviendo por encima de las posibilidades que nos quieren imponer lo del PP.... Lo cierto es que la contestación frente a este anteproyecto ha sido y está siendo impresionante.

En la forma, una movilización abierta, plural, alegre, callejera, combativa, reivindicativa, irreverente, radical, auto-afirmativa,... está recorriendo nuestras calles. Cada vez más la expresión callejera está superando los corsés que se nos quieren imponer. Nos vemos en las calles, es el saludo habitual. Se ocupa el espacio y se visibiliza la protesta... Bien!!!! Profundizamos en la recuperación de los espacios secuestrados. Además, la gente se siente a gusto. Se baila y se canta en la calle. Qué potencia el flash-mob de Iruñea en la manifa del 5 de abril. Era evidente que el eslogan de “nosotras decidimos” estaba tomando cuerpo ahí mismo.

Por otro lado, en los motivos de la discrepancia, es asombroso ver la utilización de los argumentos más radicales y contundentes en los debates y discusiones que se están dando. Una línea argumental que va directa a los cuerpos de las mujeres y a su soberanía; a la decisión libre y voluntaria de las mujeres en todo lo que se refiere al placer, la sexualidad, las opciones sexuales, la maternidad, la no maternidad, las condiciones en las que se produce la reproducción; la no injerencia de terceras personas en la libre decisión; la asunción por parte de la administración pública de la garantía de los derechos sexuales y reproductivos,....

Esto, sin duda tiene mucho que ver con el hecho de que ya muchas mujeres están decidiendo en cada momento y ejerciendo sus derechos sexuales y reproductivos con cierta facilidad. Señalando siempre los límites de la legislación actual que golpea a los sectores más fragilizados y privatiza en extremos las prácticas de la IVE. Seguramente que millones de mujeres jóvenes no ven ninguna explicación a esta nueva propuesta del gobierno pepero, salvo la de que nos quieren imponer una nuevo modelo de feminidad-maternidad. Sin más y por el morro y en base a sus creencias religiosas y a su ideología rancia y ultraconservadora.

A mí me parece que en la base de esta protesta articulada desde el movimiento feminista está la creencia absoluta de que nosotras sí podemos decidir sobre nuestros cuerpos, y de hecho ya estamos decidiendo. Tengo la sensación de que una nueva movilización desobediente e insumisa está recorriendo el movimiento. Y no estamos solas en la desobediencia. Estamos tejiendo redes y trabajando en auzolan. Tenemos enfrente una tarea política colectiva de primer orden. Nada menos que estamos luchando por la libertad de nuestros cuerpos.

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