miércoles, 17 de diciembre de 2014

OPINIONES SOBRE LOS CAMBIOS QUE SE ESTÁN PRODUCIENDO EN PODEMOS

Javier Cordón (*)

Podemos ha estado en permanente transformación desde su nacimiento, en enero pasado. Pero los cambios que se vienen sucediendo desde la Asamblea Ciudadana pareciera, al menos esa es mi opinión, que más que un desarrollo están suponiendo un cambio de modelo. ¿Es así? Y en caso afirmativo, ¿ese nuevo modelo ayuda o perjudica en la consecución de los objetivos por los que nació Podemos?

CAMBIAR LAS BASES FUNDACIONALES PARA GANAR LAS ELECCIONES

En el Círculo de Sanidad de Madrid recientemente hemos tenido un debate ocasionado por la elección de “un grupo de apoyo” que ha hecho una persona perteneciente al Consejo Ciudadano (CC). A muchas nos causó malestar que tal nombramiento se hiciese al margen del círculo y “a dedo”. Pero bien mirado este era el método usado en la elección de esta persona y de las otras 61 que conforman el citado organismo.

Pablo Iglesias (PI) designó personalmente a los 62 miembros que hoy conforman el CC y a los 10 de la Comisión de Garantías, los cuales fueron refrendados a través del voto de forma aplastante. Y el método es el mismo con el que Jesús Montero ha nombrado su candidatura para el Consejo Municipal de Madrid y con el que se nombrará la candidatura al Consejo de esta Comunidad y de otras Comunidades. Y es el mismo método el que se va a usar cuando muchos de los secretarios generales elaboren las candidaturas municipales, autonómicas y nacionales. Método que sin lugar a dudas conformará un “aparato” de confianza lo más alargado posible.

Lo que empieza a imperar es esa forma que viene de arriba y que triunfa sobre lo que surge de abajo, sean candidaturas u órganos de trabajo. Así, desde abajo surgió Sumando Podemos, la candidatura Marea Sanitaria hecha por 8 círculos con enorme esfuerzo, y la gran mayoría de las que se presentaron. Y todas fueron estrepitosamente derrotadas.
Ya, pero el resultado proviene de una votación, se dirá. Y es cierto. Pero, ¿qué partido se está conformando y qué está pasando cuándo, en una organización que nace asamblearia, en las votaciones se aplasta lo que viene de la base? ¿Qué explica que el dedo de PI haya valido 70.000 votos? En mi opinión, las expectativas de Poder que se han creado, que PI y su equipo han fomentado y utilizado al servicio de su proyecto.

Porque toda la transformación de Podemos y la renuncia de muchas personas a sus ideas anteriores se basa en que nos dicen y asumimos que “Hay una ventana de oportunidad, que hay que aprovechar y para ello hay que hacer una maquina de guerra electoral y dar todo el poder a los que al igual que nos han traído hasta aquí nos llevarán hasta el gobierno”. Dejando claro además que de otro modo se echarán a un lado. De esta forma la estructura de poder se va conformando de forma similar a una Piramide de Ponzi (por supuesto sin corrupción, ni beneficios materiales), donde se sacrifican ideas, principios y programas en aras de una expectativas de gobierno, que no del gobierno real. Al igual que las burbujas se forman ante las expectativas de beneficios, y no en torno a beneficios reales y presentes, Podemos se está conformando (deformando) en torno a unas expectativas de poder que se supone va a conquistar, más que en un poder realmente conquistado.

Pienso que se está produciendo un cambio radical y cualitativo en Podemos. Nos estamos convirtiendo en un partido sin pluralidad (toda la dirección e incluso la comisión de garantías es monocolor); vertical, las verdaderas decisiones se toman arriba y se ejecutan abajo; con un programa en proceso de adaptación a la lógica de los mercados (“realista y pragmático”, lo llama PI), que se está construyendo al margen de las necesidades sociales y la movilización. Y todo esto se va aceptando porque hay que ganar las elecciones y no podemos asustar a los votantes moderados. Renunciamos así a la democracia de base, a la pluralidad y a un programa radical que tenga como base las necesidades sociales (sobre todo de las capas más explotadas y pobres) y a la convicción de que la aplicación de tal programa sólo se podrá lograr con un cambio en la correlación de fuerzas a partir de la utilización de las instituciones, pero sobre todo de la movilización unida de los pueblos del Sur de Europa.

El CAMBIO DE MODELO NOS PUEDE ESTAR ALEJANDO DEL CAMBIO SOCIAL

Curiosamente creo que este modelo de partido que se está conformando nos va alejar de ganar las elecciones. Las expectativas de poder que nos mueven están introduciendo en Podemos algunos de los defectos que acompañan a los partidos en el gobierno, sin que estemos en él. Y las desilusiones que generan las promesas incumplidas empiezan a desarrollarse antes de llegar al gobierno.
Me parece lógico que los cambios citados nos estén debilitando, interna y externamente. Por un lado nos dividen, causan desánimo y crean decepción entre sectores allegados. Nos dividen porque la “selección” de personas y las decisiones fundamentales no se hacen partiendo de la asamblea y el consenso, sino de decisiones de la dirección, porque unos se pliegan al método del dedo y otros se resisten. Y el trabajo de miles de personas se resiente, porque se extiende la sensación que desde arriba se va decidiendo todo. ¿Por qué en nuestro Círculo junto con el malestar, han aparecido dudas, por ejemplo, sobre el valor de la comisión de programa? También entre simpatizantes y allegados se empieza a extender la desconfianza hacia una organización que comienza a rebajar el programa sin haber llegado ni al gobierno.

Podemos no es nada sin activistas y sin simpatizantes, sin la ilusión que se generó con su creación, y que ha empezado a declinar. ¿Quién creará opinión frente a las campañas de los medios o quién obligará a que se deje de hablar de la beca de Errejón o de la TV de PI y se hable de desahucios, de sanidad pública, del paro o de la pobreza? ¿Quién saldrá a la calle para apoyar a Podemos antes y después de las elecciones? La marea blanca demostró el poder de la movilización para crear debate, conciencia social e incidir en las instituciones, algunas tan aparentemente inmunes a la presión social y tan conservadoras como “La Justicia”.

La cuestión es si vamos a consentir que se consolide el Proyecto de Podemos que está desarrollando la actual dirección. Yo creo que hay que resistirse a que se cambien las bases sobre las que comenzó la construcción de Podemos y que tantos buenos resultados nos han venido dando: democracia de base, y lucha (en las instituciones y en la calle) contra la austeridad, la corrupción y la falta de democracia.

16/12/2014

(*) Javier Cordón, miembro del círculo de Podemos Sanidad de Madrid.

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